Dicen que el tonto se hace más necio al crecer. Es una metáfora que indica precisamente a las autoridades surcoreanas.
Se puede afirmarlo en torno al hecho de que ellas dieron a conocer que cambiarán la denominación inicial "Dongmaeng 19-2" de las maniobras militares conjuntas por el llamado "Ejercicio de la Jefatura Conjunta Surcorea-EE UU de la segunda mitad del período" y lo pondrán en intensa práctica a partir del día 11.
Están equivocadas si piensan que se cambia el carácter agresivo de los ejercicios y lo pasamos por alto.
¡Acaso no exhalará el mal olor si se envuelve el excremento con paño con dibujos de flor!
Lo que no se puede pasar por alto es que la Casa Azul armó un jaleo convocando la reunión urgente de ministros interesados en tiempo no bélica y otras cosas por el estilo en torno a nuestras normales medidas de modernización de armas convencionales.
Es muy ridículo verlas andar apresuradas sin tener buen descanso en horas de la madrugada, para atender asuntos no suyas, en vez de sacar lecciones del hecho de que fueron objetos de burla del mundo por no haber evaluado siquiera el alcance cuando se llevó a cabo el disparo demostrativo de nuestro ejército.
No sé si tal comportamiento de la Casa Azul se ve ante los ojos de la población surcoreana como digna postura del dueño para defender la seguridad. Pero, lo vemos como un ruidoso ladrillo del perro preso en pánico.
Hasta el presidente norteamericano lo reconoció como nuestro derecho a la defensa, señalando que ese desarrollo y prueba de las armas convencionales es un ensayo de misil pequeño que realizan comúnmente cualquiera naciones. Entonces, con qué condición difaman de tal o cual manera las autoridades surcoreanas nuestra construcción de las fuerzas armadas autodefensivas, calificándola como agudización de la tensión o exigiendo su cese.
Para males, aún llevando a cabo de modo abierto el ensayo de guerra contra nosotros se ocupan de denunciarnos, armando bulla sin vergüenza. No se puede considerarlo de otra manera sino como cínico comportamiento igual al ladrón que levanta el palo de castigo.
Es lástima que el nivel de nuestro interlocutor se encuentre en tal grado muy inferior.
Las autoridades surcoreanas están muy equivocadas, si piensan en pasar sin percance la actual coyuntura, mediante la sustitución del rótulo de las maniobras militares.
Sería bueno saber de modo correcto que si se propicia un buen ambiente positivo y acudimos a la mesa del diálogo, esto se efectuará con EE UU, no con Surcorea.
Como el enemigo en concepción en esas maniobras militares es evidentemente nosotros, deben conocer que sería difícil tener tal contacto con el Norte, antes de abandonarlas por completo u ofrecer justificación pobre o explicación sobre las mismas.
Lo calcularemos sin falta y observaremos el comportamiento de las autoridades surcoreanas.
Si vuelven a escupir absurdos disparates para guardar siquiera el decoro, presentando al tipejo ridículo como Jong Kyong Du, ello sería una locura al igual que intentan apagar el fuego con gasolina.
Ya será imposible tener buen sueño de la madrugada, por ser buen guardián de la seguridad la Casa Azul.
