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Según noticias, las autoridades de la ciudad Saidama de Japón suministraron el día 10 las máscaras para la prevención del COVID-19 a los asilos de ancianos, orfanatos y jardines infantiles de su ciudad, excepto solo a las clases infantiles de la escuela secundaria básica coreana.

Lo más furioso es que estas autoridades vociferan que no se corresponde la clase infantil coreana y que pueden ser vendidas las máscaras distribuidas.

Tales acciones de discriminación se ponen en realidad no solo en esta ciudad sino también en otras localidades de Japón.

Al respecto, los ciudadanos japoneses también censuran que el Estado y la autonomía local se ponen en contubernio uno con otro para maltratar a los coreanos hasta en el problema de vida y salud.

Los coreanos residentes en Japón como los funcionarios de la dirección y las filiales de la Chongryon, Asociación General de Coreanos, en la prefectura Saidama de Japón, despliegan la lucha contra la discriminación nacional insolente de las autoridades de esta ciudad.

El día 11 organizaron un grupo de protesta y desarrollaron la manifestación ante la Estación Ferroviaria de la ciudad Saidama, exigiendo a las autoridades de la ciudad retirar la injusta medida e incluir con urgencia la clase infantil coreana en la lista del suministro de máscaras.

Por otra parte, según las informaciones, 159 entidades cívicas y sociales y ciudadanos de Surcorea concedieron el día 13 una rueda de prensa ante la embajada nipona en Seúl. En esta ocasión condenaron fuertemente la distinción inhumana del gobierno japonés por haber excluido la clase infantil de la escuela secundaria básica coreana de la lista de suministro de máscaras y le exigieron suministrarlas con imparcialidad a ella también, pedir disculpa por la violencia y discriminación cometidas e indemnizarle legalmente.