En su declaración publicada el día 19, el Comité Coreano de Ayuda a los Compatriotas en Ultramar rechazó nueva campaña de represión de Japón, que hablaba del "diálogo incondicional" con la RPDC, contra Chongryon (la Asociación General de Coreanos Residentes en Japón) y la comunidad coreana en ese país.

Según trascendidos, las autoridades japonesas aplicarán desde el primero de octubre en los jardines de infancia, las casas-cuna y otras instituciones para los infantes la crianza gratuita de todos los niños de 3 a 5 años de edad, en virtud de la ley de apoyo a la crianza de niños, aprobada el 10 de mayo pasado en la Dieta, comienza el documento y continúa:

Lo problemático es que ellas muestran abiertamente su intento de excluir de ese sistema de subsidio a los grupos infantiles adscritos a las escuelas coreanas.

Así persiguen el siniestro objetivo político de llevar al fracaso la educación nacional de los coreanos en Japón y entenebrecer el futuro de la comunidad coreana.

Específicamente, los reaccionarios japoneses quieren apartar del regazo de la RPDC y de la Chongryon a las nuevas generaciones de los coreanos en Japón y fomentar su asimilación y naturalización para acabar definitivamente con la comunidad coreana.

Tanto en su responsabilidad histórica y moral como en su obligación, las autoridades japonesas tienen que incluir primero en la lista de educación gratuita a los niños preescolares de las escuelas coreanas.

Sin embargo, aplican la discriminación abierta y el trato exclusivo hasta a los niños a la edad de aprender la lengua materna, en lugar de arrepentirse de sus crímenes del pasado y sentir la culpabilidad moral.

Esto es una acción más sucia, cínica y fascista del país isla, enano en sentido político.

No observaremos con brazos cruzados la campaña represiva contra la Chongryon y los compatriotas en Japón.